"Casi dos de cada 10 medicamentos recetados no van a recogerse a la farmacia"

Según los resultados, los principales motivos que conllevan a que un medicamento prescrito no se recoja en la farmacia apuntan a una decisión multifactorial. Los pacientes, que ante una nueva prescripción deciden no ir a retirar el medicamento, suelen tomar esta decisión tras un balance riesgo-beneficio del medicamento, una preferencia por un abordaje no farmacológico o bien tras una prescripción que haya sido realizada en un centro docente o por un médico que no fuese el titular. En este sentido, apunta Aznarel estudio refleja la importancia de establecer y fortalecer la relación de confianza entre médico y paciente.

Además, existen otros factores en los cuales es más díficil que los profesionales puedan incidir como el copago en función de la renda y el euro por receta.

¿Cuáles fueron los objetivos principales de tu tesis doctoral?

En primer lugar, describir la prevalencia de la no iniciación del tratamiento farmacológico en el sistema público de Atención Primaria en Cataluña. Para ello, debía estudiar cuáles eran los factores o características de los pacientes, el médico y el Centro de Atención Primaria que se asociaban a la no iniciación. Por otro lado, decidí observar qué impacto económico genera este comportamiento en el sistema público y cómo las medidas políticas de copago influyeron en la no iniciación de nuevos tratamientos.

¿Qué nos aporta de novedoso este estudio?

Cuando empecé con esta tesis, advertí que había muy poca información publicada al respecto. De hecho, nunca antes se había presentado un estudio como el que hemos realizado en España y, a nivel mundial, encontré muy pocos artículos donde se describiese este comportamiento. Además, ninguno de ellos estudiaba los costes que esto representaba para los servicios sanitarios ni sus efectos colaterales en las bajas laborales, sobre el cuál publiqué en 2017 el primer artículo científico.

Por otro lado, mi estudio también se benefició de una situación excepcional que se dio solamente en Cataluña, gracias a la cuál pude analizar, en muy poco tiempo, cómo influenciaron las medidas de copago de los medicamentos en el inicio de nuevos tratamientos. Esto también me permitió comparar la influencia del copago fijo de 1€ por receta, independientemente al nivel de renta, versus el co-seguro o copago en función de la renta.

¿Qué impacto tuvieron las políticas de copago en la no iniciación?

En relación a lo anterior, el primer copago que se estableció en 2012, el de 1€ por receta, incrementó el número de personas que no iniciaron el tratamiento. Este hecho puede ser explicado por el “shock” de tener que copagar por la medicación cuando antes, en el caso de los pensionistas, no tenían que hacerlo. Además, el hecho de que esta medida no se adaptara a la renta del paciente, supuso un mayor incremento de la no iniciación en los pacientes con las rentas más bajas.

No obstante, antes de la aplicación del copago observamos una situación curiosa que estuvo influenciada por los medios de comunicación. Cuando se publicó la primera noticia al respecto, percibimos una disminución en la no iniciación. Los ciudadanos acudieron a las farmacias a retirar más medicación de la habitual, sobretodo en el caso de los analgésicos. A raíz de esto valoré iniciar una futura línea de investigación: qué efectos puede tener la publicación de noticias sobre medicamentos en los comportamientos de la población.

¿Cuáles son los medicamentos que se retiran con menor frecuencia de las farmacias?

Los medicamentos para una iniciación aguda, como los analgésicos, son los que tienen un mayor porcentaje de no iniciación. Encontramos dos motivos; por un lado, a menudo los pacientes tienen excedente de medicamento en casa, el conocido como efecto botiquín, ya que son medicamentos que se prescriben habitualmente. Por otro, al tratarse de una patología aguda y de corta duración, el paciente encuentra innecesario tomarse la medicación dado que presupone que la sintomatología remitirá en unos días.

¿Cuál es el perfil demográfico de aquellos pacientes que no inician el tratamiento?

Después de analizar muchos factores, concluimos que la población joven era la que menos iniciaba el tratamiento. Los motivos los encontramos en que es más frecuente que les receten analgésicos o medicamentos para patologías agudas, y en que la gente joven tiene una menor percepción de riesgo sobre su salud y, por ende, no le otorgan tanta importancia a la medicación como lo haría un enfermo crónico o una persona más mayor.

¿Qué otros factores pueden asociarse a la no iniciación?

Entre algunos de los factores externos al paciente encontraríamos el perfil del médico que prescribe el medicamento. Si la medicación estaba prescrita por un médico suplente, la tasa de no iniciación aumentaba, tal vez por una menor confianza. También la tipología del centro, docente o no, influye. Si el centro es docente hay un mayor número de médicos residentes y los pacientes perciben una menor confianza hacia el profesional. En conclusión, la percepción de los pacientes en relación a su médico juega un papel muy importante en la iniciación de un tratamiento y, por lo tanto, ésta debería fortalecerse.

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