Un estudio científico relacionan la dieta mediterránea con el menor diagnóstico del TDAH

El estudio, publicado en la revista Pediatrics, es el primer trabajo científico que contempla esta relación y sugiere que algunos hábitos alimentarios inadecuados podrían tener un papel relevante en el desarrollo de la enfermedad. Pero, aún se debe seguir investigando en este campo para poder determinar la relación de causalidad entre hábitos alimentarios deficitarios en nutrientes y el TDAH.

El TDHA es un cuadro neurobiológico que afecta cerca del 3.4% de niños y adolescentes en todo el mundo. Actualmente, la intervención más eficaz para los afectados combina el tratamiento psicológico, el farmacológico y la intervención psicopedagógica. Los mecanismos que vinculan una dieta de baja calidad y el TDAH son aún desconocidos, pero estudios científicos previos han relacionado algunos patrones dietéticos con el diagnóstico de la enfermedad. Por otro lado, se conoce que un patrón alimentario desequilibrado puede conducir a deficiencias en nutrientes esenciales (hierro, zinc, ácidos grasos omega-3, etc.) para el desarrollo cognitivo y físico, y que también podrían tener un papel en la etiología del TDAH.

La dieta mediterránea es una dieta rica en fruta, verduras y grasas saludables, y aporta la mayoría de nutrientes necesarios en las proporciones correctas. El estudio no establece que la dieta mediterránea pueda ser un factor de protección contra el TDAH, pero apunta la necesidad de tener una dieta saludable durante la infancia y la adolescencia, momento en que el cuerpo presenta las máximas exigencias nutricionales para su desarrollo óptimo.

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