El riesgo genético para trastornos psiquiátricos se relaciona con problemas emocionales y de comportamiento en niños sin diagnóstico

Un estudio liderado por el grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Vall d'Hebron Institut de Recerca, el Institut de Recerca Sant Joan de Déu, el área de Salud Mental del CIBER, y la Fundació Althaia muestra que la predisposición genética asociada a trastornos psiquiátricos se relaciona con diversas dificultades emocionales y de comportamiento, incluso en niños sin diagnóstico clínico. El trabajo se ha publicado en la revista JJournal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry.

El equipo ha analizado más de 4.700 escolares de Cataluña de entre 5 y 18 años. A partir de muestras de ADN de saliva, se calculó el riesgo genético para desarrollar diversos trastornos psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los trastornos del espectro autista (TEA), la depresión o la esquizofrenia. Al mismo tiempo, se recogieron datos sobre el bienestar emocional y la conducta a través de cuestionarios completados por los mismos participantes (en el caso de los adolescentes), sus familias y el profesorado.

Los resultados muestran que la susceptibilidad genética para desarrollar algunos de los trastornos psiquiátricos estudiados está relacionada con 35 de las 54 alteraciones emocionales o conductuales estudiadas. Esta asociación se observa especialmente en el riesgo genético para TDAH, el cual presenta una relación más clara y amplia con problemas emocionales y de conducta en niños, como la hiperactividad o alteraciones en la atención, característicos de esta condición, pero también agresividad o dificultades para relacionarse. Estas asociaciones se observaron tanto en las valoraciones aportadas por las familias como a partir de los datos reportados por el profesorado y por los adolescentes.

"Estos datos muestran que el riesgo genético para trastornos mentales se relaciona con los problemas emocionales y de conducta incluso en niños que no cumplen diagnóstico clínico", explica la Dra. Silvia Alemany, investigadora principal del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM.

Además, el equipo destaca la asociación de los factores genéticos que predisponen al TDAH con una amplia variedad de problemas relacionados también con otros trastornos psiquiátricos, como el autismo o la depresión. "Son factores que no son específicos de TDAH, sino que son más transversales y nos pueden ayudar a detectar otros trastornos psiquiátricos", asegura la Dra. Rosa Bosch, coordinadora del programa SJD MIND Escuelas en el IRSJD, miembro del CIBERSAM, Responsable de Investigación del Área de Salud Mental de la Fundación Althaia Red Asistencial Universitaria de Manresa.

El estudio también puso de manifiesto la relación entre el riesgo genético para desarrollar TEA, depresión y esquizofrenia con problemas emocionales y conductuales exclusivamente en los chicos.

Este estudio es el más amplio realizado en España para analizar cómo el riesgo genético para desarrollar trastornos mentales se manifiesta en el comportamiento de niños y adolescentes de población escolar general. "Estos hallazgos sugieren que la información genética podría utilizarse en un futuro para la detección precoz de problemas de salud mental, mucho antes de que se manifiesten como trastornos clínicos", afirma la Dra. Marta Ribasés, investigadora principal del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM.

El trabajo ha sido posible gracias a la financiación de la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR), el Instituto de Salud Carlos III, la Marató de 3Cat, la European Regional Development Foundation (ERDF), la ECNP Network 'ADHD across the Lifespan', la Fundación 'la Caixa', la Diputación de Barcelona, el 'Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud' (PERIS), la Fundación Privada de Investigación Sant Pau (FISP) y el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.

Los resultados muestran que la susceptibilidad genética para desarrollar algunos de los trastornos psiquiátricos estudiados está relacionada con 35 de las 54 alteraciones emocionales o conductuales estudiadas.

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