“Hijos y nietos de la posguerra tenemos más predisposición a padecer obesidad, diabetes y problemas coronarios, pero los podemos evitar llevando una vida saludable”

Una mala alimentación durante el embarazo puede afectar a la salud de generaciones futuras y provocar diabetes, obesidad o enfermedades cardiovasculares. Este es el resultado de la investigación liderada por el Dr. Josep Jiménez-Chillarón, del grupo de investigación "Enfermedades en la edad adulta de origen fetal o en los primeros años de vida", del Hospital Sant Joan de Déu, publicada recientemente en la prestigiosa revista Cell Metabolism.

La investigación, desarrollada a partir de ratonas embarazadas desnutridas, ha puesto de manifiesto que los factores ambientales en el útero pueden predisponer no sólo a los hijos sino también a los nietos a sufrir trastornos metabólicos.

Si su investigación se demuestra en humanos, ¿podríamos decir que lo que comen las mujeres embarazadas durante la gestación puede influir en  que sus hijos y sus nietos tengan más riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes?

Pueden heredar un pequeño riesgo, pero en realidad dependerá de la vida que lleven los descendientes. Si llevan una vida saludable y comen de forma saludable, hacen deporte y no fuman, este riesgo puede disminuir enormemente.

¿En sociedades con escaso acceso a la comida también prevalece este riesgo?

Sí. Se está observando que en países asiáticos como la India, que mucha población pasa de las zonas rurales a las ciudades, la explosión de los problemas metabólicos es muy elevada. Eso es porque en las ciudades tienen acceso a comida rápida e hipercalórica.

¿Los hijos y los nietos de la guerra y postguerra Española tenemos más riesgo a las enfermedades metabólicas?

La verdad es que existen muy pocos estudios porque los datos disponibles son muy fragmentarios. Pero parece que sí existe cierto riesgo a padecer problemas cardiovasculares en los descendientes de aquellas mujeres que estuvieron expuestas a problemas nutricionales durante la gestación (como consecuencias del racionamiento existente en algunas regiones de la Península). De todas maneras, aunque tengamos cierta predisposición, el desarrollo de muchos de estos problemas metabólicos dependerá de los hábitos que llevemos durante toda la vida. Para prevenirnos es importante vivir de forma saludable, con lactancia materna en un primer momento y, después, evitando los procesados, azúcares, etc.

¿Cuál ha sido el hallazgo más importante de su investigación?

Observar que la desnutrición en el útero influye en la expresión del gen.  De un gen que regula el metabolismo de las grasas y el colesterol en el hígado (LXRa). Esto se debe en parte a un cambio epigenético, llamado metilación del ADN. Este cambio afecta a la expresión del gen, es decir la cantidad que tenemos en las células, sin cambiar la secuencia subyacente del ADN.



 


¿Quieres compartir esta entrevista?